Jorge de Montemayor
- La Diana de Jorge de Montemayor:
-Se trata de una obra publicada en 1559 que inaugura en España el género llamado ‘’novela pastoril’’.
Utilizando
tópicos y motivos de la tradición bucólica (deudora de Teócrito y de
Virgilio) y con fuertes influencias de la Arcadia del autor italiano J.
Sannazaro, así como de las Églogas de Garcilaso de la Vega, Montemayor
crea esta historia de amores en un ambiente pastoril que conjuga
narración en prosa e intermedios líricos.
Fue un género especialmente relevante en la España del Siglo de Oro y tiene influencia manifiesta en el Quijote.
Tuvo
un enorme éxito, se tradujo a varios idiomas y formó un modelo del
género en toda Europa. El argumento, desarrollado en prosa y verso,
relata los amores de Diana, Sireno y Silvano, cuyos problemas se
resuelven gracias a la maga Felicia y su agua milagrosa. La morosidad de
la acción se debe a los numerosos poemas intercalados y a la inclusión
de variadas disquisiciones, como un pequeño tratado amoroso en prosa y
un elogio de la belleza de las damas portuguesas, castellanas y
valencianas. Si el idealismo neoplatónico renacentista es la referencia
inmediata en el tratamiento de la naturaleza y los personajes, desde el
punto de vista del estilo emplea una prosa musical y rítmica, de gran
eficacia. El acierto psicológico con que están plasmados algunos
caracteres, junto con las espléndidas descripciones de paisajes y
palacios, son algunos de los principales valores de esta obra, que fue
continuada por G. Gil Polo en su Diana enamorada en 1564.
Fragmento:
Pues
llegando el pastor a los verdes y deleitosos prados, que el caudaloso
río Ezla, con sus aguas va regando, le vino a la memoria el gran
contentamiento de que en algún tiempo allí gozado había, siendo tan
señor de su libertad, como entonces sujeto a quien sin causa lo tenía
sepultado en las tinieblas de su olvido. Consideraba aquel dichoso
tiempo que por aquellos prados y hermosa ribera apacentaba su ganado,
poniendo los ojos en solo el interés que de traerle bien apacentado se
le seguía; y las horas que le sobraban gastaba el pastor en solo gozar
del suave olor de las doradas flores, al tiempo que la primavera, con
las alegres nuevas del verano, se esparce por el universo, tomando a
veces su rabel, que muy pulido en un zurrón siempre traía; otras veces
una zampoña, al son de la cual componía los dulces versos con que de
las pastoras de toda aquella comarca era loado. No se metía el pastor
en la consideración de los malos o buenos sucesos de la fortuna, ni en
la mudanza y variación de los tiempos, no le pasaba por el pensamiento
la diligencia y codicias del ambicioso cortesano, ni la confianza y
presunción de la dama celebrada por solo el voto y parecer de sus
apasionados; tampoco le daba pena la hinchazón y descuido del orgulloso
privado: en el campo se crió, en el campo apacentaba su ganado, y así
no salían del campo sus pensamientos, hasta que el crudo amor tomó
aquella posesión de su libertad, que él suele tomar de los que más
libres se imaginan.
- Comentario:
-Me
parece que el texto muy interesante, aunque hay partes en las que se
enrolla mucho y aburre, es un poco difícil de entender a la primera,
tiene muchos epítetos.
Una
de las cosas que es importante es que los pastores eran gente culta, y
normalmente no son así los pastores, suelen ser incultos y poco
educados.
- Bibliografía:
http://www.lecturalia.com/libro/65114/los-siete-libros-de-la-diana
Falta el comentario de texto.
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